domingo, 14 de agosto de 2005

Cuarto comentario 8º años

LA FAUNA QUE NO DEBERíA VIVIR EN CASA
Aunque algunos pueden pensar que mascota es cualquier animal que esté bajo propiedad del hombre, la legislación chilena se ha encargado de hacer la distinción, estipulando que existen especies de la fauna silvestre que son objeto de medidas de preservación y que, por lo mismo, no pueden ser consideradas mascotas tan a la ligera.
La razón es clara: "Estudios han mostrado el grado de vulnerabilidad de la fauna chilena y, por lo tanto, como una medida de prevención es preferible mantenerlos en una condición que se haga muy difícil su captura", explica el coordinador de Recursos Naturales de la Oficina Metropolitana del SAG, Claudio Cárdenas.
Hoy se estima que de las 729 especies de vertebrados terrestres que habitan en el país, el 41% presenta problemas de conservación (más de 60 están en claro peligro de extinción).
Además de los zorros, pudúes o cóndores, en la larga lista de animales cuya caza está prohibida figuran ejemplares mucho más usuales de encontrar en domicilios particulares. Tales como los tres tipos de loros chilenos (choroy, tricahue y cachaña), la mayoría de los reptiles nativos (iguanas, lagartos, lagartijas, serpientes), sapos, ranas, cuyes y quirquinchos.
Esto no quita, eso sí, que en la práctica se dé su comercialización; actividad que el SAG autoriza sólo en la medida de que quienes los venden hayan registrado formalmente un criadero. Para ello, deben certificar condiciones físicas, sanitarias, de aislamiento, de bienestar animal y que la pareja de reproductores sea de procedencia conocida (es decir, que ya provengan de otros criaderos).
Muchos animales exóticos también se encuentran protegidos en nuestro país gracias a la Convención Internacional sobre el Tráfico de Especies en Peligro (Cites). Ésta puntualiza cuáles son los animales que pertenecen al apéndice II (su ingreso exige certificados que demuestren el origen de criaderos) y cuáles al apéndice I (su tenencia está permitida sólo para fines científicos, no comerciales).
Los monos, por ejemplo, se encuentran en Cites I, a excepción del "cai" que está en Cites II, lo que tampoco es garantía, pues se sabe que en el mundo no existen criaderos de monos. De este modo, ante la oferta de un primate cabe una alta probabilidad de que sea un ejemplar ilegal, advierte Cárdenas.
Quienes se dicen amantes de los animales debieran saber que al comprar especies ilegales no sólo se afecta el equilibrio del ecosistema - a veces se introducen predadores de fauna nativa, que terminan convirtiéndose en plaga- , sino que se corre el riesgo de infectar al resto de la población animal con enfermedades inexistentes en nuestro medio. Esto, porque se eluden barreras sanitarias, como la necesaria cuarentena.
Algunos males incluso pueden dañar al hombre, como la salmonella o la psitacosis (infección respiratoria transmitida por las aves).

Fuente: Por María Paz Carvajal
http://diario.elmercurio.com/sociedad/mas/noticias/2003

Que opinión tienes con respecto a este texto, tú crees que en Chile se tiene respeto por la fauna nativa

1 comentario:

Ariele dijo...

En mi opinion es bueno sabre lo que esta sucedion hoy en dia con el asunto de los animales ilegales que mucha gente no sabe que esos lo son, creo que es bueno que esten poniendo atencion a este problema tan grande ya que con esto comprobamos no nosotros estamos ayudando a la extincion de muxos animales, espero que con esto espiesen a cambiar la cosas para asi tener una fauna mas abundante y sin animales ilegales que todos podamos disfrutar

Ariele Gatica 8ª A